Saul Cohen

No me negarán, mis queridos guaches, que la industria de nuestros formativos años 80 y 90 era un pueblo perdido en el monte comparada con la Babilonia llena de degenerados que es la industria actual (piensen Babe: el cerdito valiente y su brillante secuela Babe 2: el cerdito en la ciudad). Acompañen a su amiguín el Gordo en un sensual paseo de remembranza por las edades de Lulú.

Irónicamemte, el mayor degenerado con el que se topó Babe en su aventura urbana fue el pato Fernando, su viejo amigo de la granja

Los años maravillosos

Los años maravillosos son, siempre, los años simples. Incluso los años aburridos. Digamos que son los años en que tus padres te compraban un máximo de cuatro juegos al año. Uno por navidad, uno como regalo de cumpleaños, uno por sacar buenas notas, uno por no dejar embarazada a nadie (o quedarte embarazada). Digamos también que entre tus amigos tendrías acceso a otros 4 juegos, incluyendo de otras consolas (había bastante repetición) y otros dos a los que accedes a través del mercado secundario y llegamos a 10 juegos al año. De esos 10 tal vez terminabas 6 y en verdad pasabas la mayor parte del tiempo obsesionado con tres. Pero leías las revistas y discutías con tus amiguines, creando la tal vez falsa impresión de que estabas al tanto de todo lo que ocurría en el mundillo y habías jugado a la mayoría de lo que te interesaba. En gran parte, porque tenías acceso a menos cosas.

Una vez tu amigo te llevó a la casa de su primo gordo repelente de padres divorciados que tenía la Neo Geo. Hiciste caca en el baño.

Los años OK

Con el tiempo tus fuentes de ingresos aumentan, pero también tus vicios, y ninguno más que las pérfidas gorditas. Te compras más juegos pero tienes menos tiempo, y muchos títulos que en principio no te flipan mucho pero que te pillas porque has leído que están guays o te parecen simpáticos (los Otogis y Billy Hatchers de este mundo) yacen en tu estantería acumulando polvo. Siempre consigues encontrar tiempo para las compañías que aún hacen later tu corazoncito, pero empiezas a sospechar que tal vez nunca acabarás esa partida del Panzer Dragoon Orto.

Solo te puedes culpar a ti mismo. En el fondo de tu corazón, siempre has sabido que la fragancia indescifrable que flota en el aire los días de cielo azul Master System es el olor de la muerte.

¿En qué momento se jodió el Perú?

Entonces un día despiertas y te das cuenta de que ya son varios años desde la última vez que tu gordita favorita se fue a su casa a dormir. Y lo que es peor: en algún momento entre que Iwata salió al podio alzando el mando de Wii en un puño triunfal y tu madre se bajó Candy Crush en tu antiguo iPhone la cosa despegó y los videojuegos dejaron de ser para ti.

Es difícil identificar el qué con exactitud, pero intuyes que hay algo que no concuerda

Son pocas las cosas que sacuden tu empedrado corazón. Le das prioridad a los juegos de tu compañía o género favorito y te especializas cada vez más. Sin duda te pierdes buenas experiencias y aceptas que habrá juegos que probablemente nunca probarás; pero también piensas que si de verdad te hubiesen hubiesen interesado habrías encontrado la manera de dedicarles tiempo, aunque sea con años de retraso (Halo Reach, Portal 2). No hay nada como la escasez  para apreciar lo que de verdad importa.

He aquí una breve lista de los juegos aclamados de los últimos años que no jugué, en gran parte (pero no exclusivamente) por estar cautivo en el ano de Cubitorah.

Dark Souls
¿Por qué no lo jugué? Soy tan fan del masoquismo como el que más, pero prefiero la variedad administrada por una puta dominatrix que te incrusta una vela encendida en el culo.
¿Qué hice en lugar de jugar? Leí El Lobo de Wall Street. OK, me pillaron 🙁 Vi la película.

The Witcher
¿Por qué no lo jugué? Permítanme compartir un extracto de una conversación con un amigo del trabajo.

«No hace falta leerse los libros para disfrutar los juegos, pero molan un montón.»
«¿Cuántos libros son?»
«Siete.»

¿Qué hice en lugar de jugar? Me casé y tuve un hijo.

Mass Effect
¿Por qué lo abandoné no mucho después de empezar? Las ramas de diálogo carecían de la muy necesaria opción «VE AL GRANO, ALIEN HIJO DE PUTA». Combate irritante. A favor del juego tengo que decir que mi capitana Shepard me quedó bastante sexy.
¿Qué hice en lugar de jugar? escribí Las Eróticas Aventuras de Analisa Shepard para HBO. He aqui unas capturas del episodio piloto.

¿Estás seguro de que eres un alien? En mi planeta hay un tipo de animal que se parece mucho a ti. Yo solo experimento sexualmemte con aliens

Bueno… esto…

VE AL GRANO, ALIEN HIJO DE PUTA

Faster Than Light
¿Por qué no lo jugué? Si miras al abismo, el abismo te mira a ti también.
¿Qué hice en lugar de jugar? Jugué a The Swapper. Tuve que elegir, y elegí The Swapper. Nunca sabré si me equivoqué o no… En mi vida solo hay lugar para un juego indie. The Swapper resultó ser un buen clon de Metroid con buenos puzzles e historia aceptable. Su mayor aportación al género no obstante fue inspirar la estética del Metroid 2D que Intelligent Systems sacó para Switch en 2019. Fue nuestro GOTY retrospectivo.

Yoshi’s Wolly World
¿Por qué no lo jugué? ¡Porque no soy nada! ¡Soy un mierda! Tengo que mentir a las mujeres para poder follar y no follo mucho, la tengo pequeña… Es patético.
¿Qué hice en lugar de jugar? Presintiendo la muerte de Bill Paxton, compré al por mayor todas las copias del DVD de Twister, esperando que se revaloricen en el mercado negro.

Bloodborne y Doom 4
Estos sí fijo que juego algún día. En cuanto las cosas se tranquilicen un poco me los pillo y les dedico el tiempo que merecen. No necesito más de 4 horas de sueño, como la Thatcher.
¿Qué hice en lugar de jugar? Mentirme a mí mismo.

Oficialmente todos estos juegos están en mi lista de juegos por jugar pero, seamos sinceros, la única manera de que esto ocurra es si me voy al paro y los juego en calzoncillos. Tal vez hayan intuido por donde van los tiros y, sin duda, es algo que han pensado y/o escuchado antes. Es verdad no hay nada nuevo bajo el sol y no les culpo por preguntarse si de verdad hacía falta escribir este articulo, ya ni digamos leerlo. Pero que quieren qué les diga, lo malo de cobrar por escribir es que a veces hay que escribir, tengas algo interesante que decir o no. Y lo peor es cuando te pagan por palabra: acabas escribiendo un montón de cosas innecesarias para engordar el cheque. ¿Saben a lo que me refiero? En fin. Es gracioso que, a pesar de que vivimos en el futuro, en un mundo en el que el mercado es lo bastante grande como para rascar el picor más recóndito, desde leer cartas a erigir monumentos al proletariado, en una linea temporal en la cual Tim Schaffer consiguió escapar de la carrera de las ratas vendiendo sus juegos por adelantado a los 4 gatos que los compraban nuevos antes y en la que cada año, antes del día de la marmota, ya hay múltiples AAA con pretensiones de GOTY, hoy más que nunca, la industria es para niños y desempleados. Ni siguiera para adolescentes:  nadie que pasa el día tramando cómo meterse en los pantalones del sexo opuesto tiene tiempo de pasarse The Witcher 3.

Desconfíen pues del amiguín soltero que les cuenta sus aventuras en Tinder y en Overwatch, Del amiguín felizmente casado que dice tener 17000 puntos en el online del Mario Kart 8 y del gordo de la oficina que una vez sorprendieron jugando Civilization. Confíen sin embargo en su vecino desempleado, abandonado por su familia y  punto de ser desalojado de su casa, que dice que el Zelda Breath of the Wild no es simplemente el indiscutible GOTY, sino tal vez un posible GOAT, porque puedes jugar con los perros. Miente menos que el resto.

No seré yo quién diga que lo que nos está destruyendo es la barbaridad de opciones que tenemos y que nos deja en un estado permanente de insatisfacción. ¡Tener opciones siempre es bueno! Pero también les pregunto guaches: ¿no es el sufrimiento una consecuencia directa del deseo? ¿No es la gente fea más feliz?

Tal vez lo único que les queda a aquellos con trabajo de verdad y/o compromisos familiares y/o sociales y/o que les gusta leer un libro sin dibujos de tanto en tanto es sentarse en el parque con los otros viejos a ver a las chicas guapas pasar. Hagan como Saul Cohen.

Saul fue una vez a confesarse. Le dijo al cura, Padre, tengo que contarle algo. Estaba cuidando a mis nietos el otro día, yo que tengo 80 años, y allí estaba también la canguro: una bonita chica de 22. Entonces mi yerno regresó a casa, se llevó a los chicos a la playa y nos quedamos la chica y yo solos en la casa. ¿Y sabe lo que pasó? Miré a la chica ¡y cayó en mis brazos! ¡Hicimos el amor ahí mismo en el sofá! ¡Tengo 80 años! ¡Hice el amor con una chica de 22! ¡Yo, Saul Cohen, de 80 años! ¡Mazeltov!!

El cura miró a Saul y le dijo: Sr Cohen ¿qué hace usted aquí? Yo soy un sacerdote católico. Usted es judío. Obviamente no se arrepiente de lo que hizo. ¿Por qué me lo cuenta?

¡Se lo cuento a todo el mundo!

Babe nunca fue el mismo tras su retorno de la ciudad