Uno se pregunta a veces qué pretende cada compañía con los juegos que saca. Es una obviedad decir que vender, pero es importante ser consciente del segmento de mercado al que te diriges y darles lo que buscan. Hoy en día está muy de moda intentar ampliar esos segmentos de mercado dotando a los juegos de mil modos de juegos que amplíen la vida útil del mismo. Parece que todos deban de tener multijugador, por ejemplo. Todos intentan apelar a más clientes potenciales quedándose la mayor parte de las veces en tierra de nadie y sin saber satisfacer por completo ni a unos ni a otros.
Así pues, por un lado tenemos a Nintendo. La compañía de Kyoto básicamente se limita a sacar secuelas con mínimos cambios entre ellas para que su base de fans, sea adulta o infantil, no se sienta decepcionada. No busca ampliar su mercado. Básicamente quiere mantener el que tiene, que es casi como achicar el agua del Titanic con una fregona.
Sony, por su parte, quiere dominar el mundo en todas la malvadas acepciones que pueda albergar esa frase. Así pues, busca llegar a al máximo de gente, con un catálogo que gustará a todo el mundo con un mínimo común denominador. Los juegos de Sony pueden ser más adultos o más infantiles, de cualquier género, pero siempre durarán entre 15 y 20 horas (depende aquí de la cantidad de vídeos) y los podrás terminar sacando todos los logros si pulsas el botón X cada 5 segundos mecánicamente. En algunas universidades este fenómeno se estudia como La Gran Mongolización.
Con esta introducción lo que vengo a decir es que es importante saber qué es lo que quieres hacer antes de ponerte a crear algo. Da igual que sea un libro, un disco o una reseña en Gamerah. Si consigues hacer lo que te habías propuesto podrás, guste o no guste, estar satisfecho con tu trabajo.
Porque desde El Regreso, he analizado juegos que no se muy bien lo que pretendían. Entiendo que Uncharted 4 quiere que te sientas Indiana Jones, con su romance y su aventura y ese estereotipo de héroe canalla que tan bien representaba Harrison Ford. Sin embargo yo más bien me sentí como Morgan Freeman en paseando a Miss Daisy.
Baile Caliente XV es aún peor porque no es un juego fallido, es un juego sin identidad. Después de 10 años de desarrollo es un mil leches, le han metido mano tanta gente que no se sabe quién es el padre y se queda a medio camino entre juego de rol y acción siendo aborrecible en ambos aspectos.
Por eso voy a ser bastante amable con el juego que ocupa la reseña. Resident Evil VII. No porque sea un gran juego, que lo es, si no porque tiene las ideas muy claras y no duda en incluso hacer trampas para llevarlas a cabo.
No me voy a poner a hablar de la saga. Baste saber que los sistemas de SEGA fueron bendecidos con el 1 y el Code Veronica, a todas luces una comunión perfecta entre el buen hacer de Capcom y la magia de la circuitería de Sega. A partir de ahí, la irrelevancia más absoluta. Así que hacía falta un buen golpe de timón para volver por el buen camino. Y este Resident Evil VII lo ha hecho. Porque desecha los últimos borrones de la saga para hacer tábula rasa.
Algunos acusarán a REVII de estar fuertemente inspirado por el P.T. ese experimento de Kojima para PS4 que iba a ser el Silent Hills. Falso, lo único que puedes conseguir acercándote a Hideo Kojima es una sifilazo de tres pares de cojones. Resident Evil VII no se parece nada a P.T, que opta por un terror más desconcertante. Aquí hablamos de susto o muerte. De esconderte. De correr. Y de rezar para que no te vean. Y el referente claro es esa joya infravalorada llamada Alien Isolation. De SEGA. Y es que SEGA siempre es el alfa y el omega de todo.
Como ya todos sabréis, Resident Evil VII cambia la perspectiva de las cámaras fijas de sus anteriores encarnaciones por una en primera persona. Es un cambio capital en la ambientación del juego en el que, al igual que en Resident Evil 4 que acontecía en Euskadi, vuelve a España para enseñarnos la pantanosa Murcia (qué hermosa eres) en todo un acierto de localización, con sus pantanos, su huerta, sus paletos, su endogamia y todas las cosas que hacen de Murcia una de las comunidades más bonitas de España. Hasta allí vamos a rescatar a nuestra mujercita (maldito heteropatriarcado) y, como es de esperar, todo se tuerce.
Resident Evil VII es un juego quizás un poco difuso en su planteamiento. Bebe de muchas fuentes siendo quizás la más obvio el Alien Isolation (mi poso teórico no llega más lejos) aderezado del backtracking de juegos como Shining Wisdom. Tiene momentos puntuales de shooter alocado, salpimentado con un poco de Benny Hill mientras entramos y salimos de habitaciones siendo perseguidos. Y todo fuertemente guionizado. Y es que, cuando pases por esa ventana, siempre va a salir ese zombie. Porque la libertad, como la democracia, está sobrevalorada.
Y, la verdad, la cosa funciona. Con sus altibajos, pero funciona. Porque, y al hilo de mi introducción, es un juego honesto. No busca que estés 100 horas pegando tiros en cooperativo, ni que le puedas pegar cinco pasadas para pasártelo de cinco maneras diferentes. Una vez jugado, se va de cabeza al cajón. Solo busca darte entre 10 y 15 horas, pero que sean buenas de verdad, intensas. Y, si puede ser, que te cagues encima. Y si para ello se han de hacer trampas, pues se hacen. Y Resident Evil VII las hace. La música te mantendrá en tensión aunque no tenga que aparecer nadie. Los enemigos te atacarán cuando menos te lo esperes, aunque hayas mirado un segundo antes en ese sitio y no hubiese nadie. Y los sustos van a ser morrocotudos. Porque de esto va Resident Evil. De intentar que pases un mal rato con un poco de gracia.
En la parte de los debes decir que empieza fenomenal y poco a poco se va desinflando acabando al final, cosa muy común en la saga, en una especie de shooter porque ya llevas hasta bombas atómicas de bolsillo en el arsenal. No obstante, los personajes están muy bien y las localizaciones no desentonan.
Puzzles muy pocos, como tal hay uno en todo el juego, pero sí mucho recorrer el mapeado de arriba a abajo en busca del objeto que abre el camino cerrado. Lo de siempre.
En cuanto al canguelo tenemos tres niveles:
1.- Jugarlo normal con el sonido de la tele. Agobia y da sustos
2.- Jugarlo con cascos o equipo de sonido bueno. Todo cruje, chirría y la música es tan intensa que parece que vaya a salir el tiburón de la película Tiburón en algún momento.
3.- Con el casco lobotomizador de Sony. A la media hora acabas empapado en sudor. Un mal rato de verdad y eso que ya lo me lo había pasado primero. Nivel de miedo como estar con el Mario en bañador dentro de una sauna encerrados.
Menos mal que mi médico de cabecera, Dr. Mario, me dijo que poniéndome el cartucho del zelda debajo de la lengua podía evitar complicaciones cardíacas.
En resumen. Muy buen juego. Honesto y de la vieja escuela. Obviando las mierdas multijugador que tanto gustan hoy en día y centrándose en lo que un juego debe ser: una experiencia.
Para multijugador el parchís, cabrones.
Con lo de llamarlo experiencia he potado un poco. 10/10, buen purgante marca gamerah.
Éste análisis menciona a Sega y al mejor survival de la historia, que es Alien Isolation, así que ya es perfecta.
El juego, mu bien. Y es democrático: lo disfruta igual alguien de derechas con sus armas y arreglándolo todo al estilo Reagan, que alguien de izquierdas, imaginando que mata paletos supremacistas blancos. Buen subtexto político muy medido. Y al final es, en realidad, un resident evil en primera persona, y no les queda mal, oigan.
Si probé este juego es gracias al autor de la reseña. Gracias. Gracias. Besos.
Y no puedo estar más de acuerdo. Es un juego HONESTO, bien realizado, consciente de sus limitaciones y que parte de ellas para construir lo mismo de siempre, pero de otra forma. Puzzles sencillos, bien pensados y originales. Acción febril, sucia y gomosa. Homenajes a slashers de todo tipo y pelaje... Y no se comenta mucho, pero el trabajo artístico me parece estupendo. Luce mucho mejor que otros juegos más potentes gráficamente.
Eso sí, es un juego con un planteamiento absolutamente arcaico. Es casi un juego retro. Y eso lo hace más molón.
No lo he jugado, pero me habéis redoblado las ganas de hacerlo. Me esperaré a tener la X para jugarlo casi como en PC.
Best cochambre ever.
Este juego da miedo, a ami me es imposible jugarlo solo de noche, con la tele pepino.