Operación Lobo Vuelve: Primera Misión VR

En Gamerah somos seres de otra época. En nuestra época había una cosa llamada recreativos (también los hay en la actualidad en lugares como Tokio, Cracovia o Ibi, pero eso es otro cantar), y en esos recreativos había una máquina poderosa que llamaba mucho la atención: Operación Lobo (u Operation Wolf).

Operación Lobo es una máquina más alta que la media de altura española, y en su centro destaca una réplica de una Uzi con dos botones, uno para disparar balas, y otro para tirar granadas. El juego es de 1987, pero yo no fui a los arcades hasta 1992, y pese a que el juego ya tenía 5 años recuerdo que casi siempre estaba ocupada, y que jugarla era una verdadera (aunque breve) experiencia. Te ponías, pegabas unos tiros, te equivocabas por todos los lados (disparabas a los rehenes, no disparabas a los cohetes, se te acababan las balas…) y se acababa la partida a los pocos minutos. Ese rato, eso sí, habías generado más adrenalina que en varias semanas.

Operación Lobo tuvo un montón de conversiones, desde la favorita del Alcalde (Spectrum) hasta la mejor de todas (Master System), pasando por la peor (la tristendo). Lo mejor de las buenas es que se puede jugar con pistola, como en la consola de SEGA, mientras que las versiones de 16 bits son las más vistosas visualmente hablando, pero jugarlos con otros sistemas de control es un poco… flojo.

Operación Lobo tuvo su correspondiente secuela, Operación Rayo (Operation Thunderbolt), que además de la versión de arcade apareció en Amstrad CPC, Amstrad GX4000, Commodore Amiga y 64, Spectrum, Atari ST y Super Nintendo, además de en algunos dispositivos a posteriori; aunque según la wikipedia no salió ni en las máquinas de Amstrad ni en la de Sinclair (como siempre, los estadounidenses reescribiendo la historia de los jueguitos).

Operación Rayo representa un avance sobre el primero, pero por desgracia para ellos no tuvo el mismo éxito que Operación Lobo, como tampoco lo tuvieron Operación Lobo 3 (Operation Wolf 3), ni Operación Tigre (Operation Tiger), que si no me pongo a hacer la búsqueda de turno ni me entero que existen (el primero es de un rollo parecido a Ejecutores Letales –Lethal Enforcers-, y el segundo a Policía Virtual –Virtua Cop-). De Operación Rayo, una de las cosas que recuerdo es que la versión de Amstrad GX4000 (seguro que es la primera vez que hablamos de este cacharro en esta página) es bastante mejor que la de CPC «no plus», y que la versión de Super Nintendo se puede jugar con el Super Scope, ese bazooka que tiene la 16 bits de Nintendo. No es una solución perfecta, pero algo es.

Así que hace 25 años que esta saga solo aparece en recopilatorios o similares… hasta ahora. Vuelve, en VR, de la mano de los franceses de Microids, que han resucitado juegos como (ataos fuerte a la silla que llegan curvas): Escena Retrospectiva (Flashback), Joe y Mac Cavernícolas Ninja (Joe & Mac Caveman Ninja), Arcanoide (Arkanoid), Norte y Sur (North & South), Toki (Touchy), Carreras de Motos (Moto Racer), Coches Locos (Crazy Cars), Prehistórico (Prehistorik) o Dispara y Olvida (Fire & Forget), además de un montón de juegos basados en propiedades intelectuales como Los Pitufos (The Shmflursfpzrt), El Inspector Artilugio (Inspector Gadget) o Goldorak (Oro Aivalaostia), entre otras joyas.

Sinceramente, a Operación Lobo Vuelve: Primera Misión VR (Operation Wolf Returns: First Mission VR) la realidad virtual le sienta como un guante. Notad que a estas alturas no ha salido en versiones no realidad virtual, aunque saldrá en un futuro no demasiado lejano. El juego está mejor nivelado que el arcade original, está hecho con gracia y tiene varios detalles curiosos, como por ejemplo el uso de diferentes armas, o que los rehenes te avisan para que no les dispares (ojalá lo hubieran hecho en el juego original antes de morir), además que los niveles se hacen bastante menos pesados al uso actual (en nuestro caso, realidad virtual).

¿Sus problemas? Que es corto (¿eso es un problema? El original dura alrededor de diez minutos si sabes jugarlo bien), que es repetitivo (estaría bien guapo que hubieran puesto un modo en el que puedes elegir si disparar o convencer al enemigo que se retire con argumentos verbales, pero por ahora han obviado esta opción), y que no es tan «tocho» como era el original en su momento (un mueble recreativo de 1987 que llamaba mucho la atención), algo difícil de replicar salvo que se gasten muchos millones. Sinceramente, no lo necesita.

Me ha faltado hacer una especie de «prueba del algodón» y probar el juego con chavales (mis hijos no pueden aún usar la VR) o jóvenes que no tuvieran la nostalgia del original, pero creo que más allá de que es un juego sobre raíles que no permite casi elecciones, no veo inconveniente en que lo disfruten al menos un rato. Hoy en día tal vez ese no sea el uso favorito de la realidad virtual, y quizá hubiera sido mejor hacer una aventura gráfica en VR de Operación Lobo, pero con sus limitaciones es un buen homenaje y una buena actualización del original.