Just Can't Get Enough

Semanas currando sin aliento, reúnes un par de horas libres. Te sientas, abres una lata, pones los pies en la mesa y enciendes la consola (Switch, la única que existe).

Juegas.

Vences, pierdes. Machacas, avanzas. Obtienes y logras tu cometido, pero no es suficiente. ¿Cuántos días deberán pasar para poder volver a sentarte a jugar? A sentir esa descarga de adrenalina. Esa adicción. Acabar el juego.

Es más, ¿quieres decir que lo acabarás?

(I Can’t Get No) Satisfaction

Acabar el juego es imposible. La máquina siempre gana.

Puedes cumplir con las 300 horas prometidas por los desarrolladores, conseguir todos los ítems ocultos, pero aun así te sientes vacío. Quizás superado por la cantidad de juegos que compraste, con la esperanza de ser jugados. O por la nueva hornada. Estás a un solo clic de descubrir cuán inferior eres si no compras el Nuevo Juego de Mierda ™.

Mundos procedurales aguardan a la espera de que, eventualmente, comiences una nueva partida.

Like a Rolling Stone

Estás solo en una inmensidad indescriptible.

Tuviste que recorrer el camino para darte cuenta. Ese es el chiste. Recusamos los consejos de nuestros mayores cuando somos jóvenes porque toca vivirlo.

No hay plataforma o compañía que te represente. Te sientes perdido, un poco asustado, no tienes zona de confort. ¿Para qué buscar tiempo, si no vas a disfrutar los nuevos juegos?

Amigo, te toca surfear la ola o perdiste.