Reseña del Grandia, en formato audiolibro
Bienvenidos a esta reseña del Grandia de PlayCaca, firmada por karawapo. Puta Sony.
Os preguntaréis cómo se le ocurre a una persona 2D jugar al Grandia en 2024, y sobre todo por qué en PlayCaca.
¿Por qué jugar al Grandia y no al Grandia Parallel Trippers de Game Boy Color?
Pues porque al spin-off de Game Boy Dolor ya jugué en su momento sin haber jugado al original, y tenía buen recuerdo de él. Ahora que ya soy un hombre maduro con paciencia infinita, veía factible ver cómo es el juego original. Debería de estar bien para que hagan un spin-off, ¿no?
¿Pero por qué no jugar a la versión de Saturn, que es superior?
Porque no es tan sencilla de emular por culpa de la puta Sony. Si no hubieran hecho tanta publicidad grimosa en los 90 con sus putas 3D, la Saturn habría triunfado y la gente le habría echado muchas más horas a la emulación de Sega Saturn, haciéndola más eficiente hoy en día. Lo que habría hecho que emular la Saturn fuera viable en más dispositivos en la actualidad.
¿Y cómo es el Grandia, así a grandes rasgos?
Pues es un juego de rol japonés normal de 1997, con su mundo y sus personajes y todo eso muy trabajado. Está muy bien considerado en cuanto a estos elementos narrativos, pero el sistema de combate también parece ser de los favoritos de mucha gente dentro de toda esa generación. También es un juego de más de 40 horas, lo que no tiene por qué ser bueno ni malo. 40 horas multiplicadas por 5 € la hora por grapar fotocopias… El resultado lo dejaré como un ejercicio para el lector.
Mundo, personajetes y gráficos
Nos encontramos en un mundo steampunk de fantasía, muy colorido y con personajes pintorescos. Para empezar, el protagonista se llama Justino como clara referencia a Justino I del Imperio bizantino, y otro de los protagonistas se llama Fina en honor a Josefina de Beauharnais, emperatriz de Francia (que Dios los tenga en su gloria). Todo esto nos lleva a un mundo de aventuras atemporales, pero sin ser demasiado serio porque es un videojuego infantil / juvenil en el que los protagonistas son unos niños que no tienen ni puta idea de nada.
El juego tiene localizaciones muy diferentes y bien ambientadas para explorar, y el moñeco se mueve razonablemente rápido. Pero el girar la cámara manualmente sin tener un minimapa en la pantalla es un coñazo mareo. Entiendo que con la resolución que tenían estos juegos era difícil de hacer, pero mover el moñeco y la cámara a la vez sin minimapa es demasiado. Es un juego que salió primero para Saturn, pero al fin y al cabo eso también es culpa de la puta Sony.
Combate y crecimiento de los personajes
En el combate tenemos muchas cosas distintas entre las que elegir, y si las elegimos veremos pasar cosas diferentes en la pantalla, pero a la larga no cambia mucho porque los combates son bastante fáciles. Al final lo único que parece ser relevante es cambiar de tipo arma de vez en cuando (látigo, dildo, etc.) para subir nuestra habilidad con todas ellas, lo que es bastante cómodo de usar en combinación con el auto, que consiste en que todos los personajes se ponen a dar hostias normales sin necesidad de darle al botón A todo el rato.
Pero lo que no es para nada amigo del auto es subir la habilidad con cada tipo de magia. Porque hay que subir la habilidad de cada personaje con cada tipo de magia, y hay cuatro tipos de magia. Cuando reúnes una cierta combinación de niveles mínimos de habilidad en armas o tipos de magia, se van desbloqueando ataques y hechizos nuevos. Y el caso es que hay que ir eligiendo manualmente los hechizos turno a turno para ir subiendo los niveles de cada tipo de magia, y además la animación en pantalla de los hechizos tarda mucho en terminar. Lo que significa que subir los niveles de magia es un coñazo.
Parece que mucha gente recuerda con cariño este sistema que nos permite personalizar nuestros personajes dando prioridad a un tipo de magia u otro, pero está bastante claro que hay una forma óptima de jugar que, lamentablemente, dista mucho de ser la forma más eficiente de jugar al juego. Es satisfactorio descubrir lo que hay que hacer, pero no es tan gratificante repetirlo durante horas y horas.
No deja de ser un sistema de combate y crecimiento de personajes en el que cada dos por tres te ha subido algo de nivel, lo que nos hace sentir gustito en los cojones y le pega muy bien al ambiente optimista del juego y al hecho de que los niños empiezan sin tener ni puta idea de casi nada. Casi todo el juego va de aprender y crecer.
¿A qué juegos se parece el Grandia?
Siguiendo con el sistema de combate, el del Grandia es un sistema que da muchas opciones al jugador (mucho trabajo) y no se recompensa de forma suficiente el hacer las cosas bien (paga poco). Es un juego fácil, después de todo. No hace falta volverse loco optimizando todo.
Lo que me ha recordado mucho al Legend of Heroes Trails in the Sky de Falcom, que salió unos 7 años después. Ese es otro juego larguísimo con muy buena ambientación y personajes, en el que el sistema de combate tiene muchos detalles que no aportan mucho en cuanto a recompensar al jugador o valorar su tiempo en general. Si habéis jugado al Trails, que sepáis que el Grandia es mucho más desenfadado, pero por lo demás es el mismo tipo de RPG.
En lo desenfadado, precisamente, el Grandia se parece a juegos como los Lunar (también de Game Arts, como el Grandia), juegos con un ambiente de aventura en el que no hay lugar para el miedo sino que están protagonizados por prepúberes sin conocimiento alguno de lo que es un game over.
Por qué jugar al Grandia
Me encantan los juegos de rol sencillos de darle al botón A, pero comparado con Dragon Quest o Pokémon (mis referentes de este tipo de RPG) el Grandia tiene escenitas muy largas y también ese grindeo cansino de los niveles de magia. Claro que ninguna de estas cosas son negativos netos. El zurullo de una persona es el desayuno de otra. Y espero que disfrutéis de este zurullo como si fuera el último que os fueseis a comer en vuestra vida. Yo mismo no voy por la mitad del juego todavía, pero estoy bastante seguro de que voy a acabarlo. Con calma.
Justamente estoy jugándolo yo también ahora en Playshitation, great minds think alike en lo perverso inclusive. Los combates son momentos de meterse en modo pachinko: pasan muchas cosas pero todo es muy básico, está la cosa diseñada para jugar con la mente en blanco, por no decir con parálisis cerebral. Que ojo, esto es bueno para los que estamos ya con la cabeza a mil durante el día, qué menos que desconectar cuando una rolea, cojones ya. Un juego amable que te recoge la babilla y te cambia el pañal.