Ustedes guachelingos millenials están malacostumbrados con la cantidad de opciones que tienen para ver tele. En mis años mozos, mayormente pasados quemando contenedores en el noreste de la península ibérica antes de que se pusiese de moda, solo había 5 canales:
- TVE1
- La 2
- Antena 3
- Telecinco
- Canal Plus
No incluyo las autonómicas para no politizar esto. En cualquier caso, lo único molón que daban era Bola de Drac.
Dejen que les hable del Canal Plus, el canal de los niños rata. El Plus era un canal de suscripción como Netflix… saben qué, ahorrémonos la explicaciones. Lo que tienen que saber es que el Plus pasaba porno.
Hoy en día es más difícil entrar a Internet y no ver porno que verlo. Collons, he tardado 30 minutos en escribir hasta aquí porque he pasado 28 minutos cascándomela, de los cuales pasé 27 buscando el clip perfecto. Y todo sin salir de Gamerah. Pero en los 90 tenías que ingeniártelas para encontrar material. De tanto en tanto alguien conseguía una revista guarra, un catálogo de ropa interior especialmente sugerente o algún video encontrado en los cajones de los padres… muy probablemente un video grabado del Plus una madrugada de viernes a sábado. Los niños ratas más ratas te alquilaban una película grabada por hasta 500 ptas. la noche, una cifra exorbitante en la economía del instituto por una paja que te tenías que hacer tú mismo. Más aún teniendo en cuenta que la Verónica cobraba 300 ptas. como parte de su tarifa joven. Los 90 fueron una década de machismo y capitalismo despiadado.
Pero esto era la excepción más que la regla. Si no tenías suscripción o acceso a alguien que grabe películas tocaba ver el Plus en codificado, con la imagen y el sonido distorsionados. Tenía cierto encanto, como este párrafo que Kete encontró por internet y que compartió con nosotros en el foro secreto demuestra –
El resto del tiempo el Plus basaba su oferta en fútbol, pasando un partido de Primera División a la semana, y películas que transmitía después de salir en video, pero bastante antes de que lleguen a la tele normal. El futbol es el opio del pueblo, pero las películas eran algo edificante, particularmente las comedias románticas. Llegados a este punto naturalmente se preguntarán por qué pagar por el Plus, cuando se podía aprender a verlo con rayas y en cualquier caso solo daban una peli porno a la semana. El arma secreta del Plus eran los anuncios, y los trailers de las películas que pasaban. Mientras esperabas a ver la peli porno con rayas de la semana, mirabas los trailers del Plus.
Los trailers del Plus me enseñaron a amar el sutil arte del trailer, pero también me dieron un poco por culo. Partiendo de la premisa de que un buen trailer te esboza el argumento y establece protagonistas y conflictos sin joderte la trama en el menor tiempo posible, los trailers usan para engancharnos varias técnicas que todos conocemos:
1. La ominosa voz de un narrador que nos cuenta que un mundo sin algo, normalmente libertad o ley o esperanza pero podría ser cualquier cosa, incluso gasolina, un protagonista seguirá un arco de tres actos. Esta técnica es tan usada que ha dado lugar a una variante, la parodia de la voz ominosa, todo muy serio hasta que un sonido de disco pinchado interrumpe y el trailer revela que es una comedia.
Christian Bale pensaba que estaba firmando para interpretar a Scooby Doo cuando firmo el contrato de Batman Begins.
2. Empezar con sonidos ambientales para dar lugar a una canción/música pegadiza.
¿Qué miembro de la secta dijo tras ver este trailer “quiero ir al cine a llorar con Where the Wild Things Are?” Respuestas en los comentarios.
3. Extracto de dialogo molón que da lugar a escenas intensas de la película y música épica.
La mejor película de l@s Wachowski.
4. Escena entera autocontenida del principio de la película.
Dinosaurio lleva a la Switch al límite de sus posibilidades.
5. Voz en off estableciendo la premisa mientras se muestran escenas molonas con música molona.
“El mayor honor es tenerte como hija, Mulan.” El flashback a la Mulan adolescente llamando fascista a su padre fue cortado.
Lo mejores trailers consiguen además transmitir la atmósfera de la película…
No existe pie de imagen graciosín digno de In the Mood for Love.
… y muchas veces el trailer resulta ser mejor que la película que promociona, ya sea porque la película simplemente no da más de sí…
El mejor trailer y la peor película de Sofia Coppola
O porque los realizadores, conscientes de que la película es una mierda, tienen que engañar a la gente para que vaya a verla.
Medellín casi destruyó la carrera de Vincent Chase
Los hijos de puta del Plus usaban las técnicas de arriba y más y se montaban unos trailers fantásticos. Hoy, más de 20 años después, me es imposible saber sin pasar unos minutos googleando si los trailers del Plus eran producidos por el canal o si simplemente usaban el material promocional de las productoras de las películas, pero ya he escrito tanto que no puedo dar marcha atrás y cambiar la premisa de la reseña. Una vez te cargas al Zar solo te queda seguir con el experimento hasta el final. Cuando tarde o temprano acababa viendo una película que no había visto en el cine o video en la tele, solía ser una decepción ya que el trailer del Plus había jodido mis expectativas. Esto me pasó con la mayoría de las películas de los 90.
Finalmente aprendí a no dejarme hypear por un mísero trailer. Aprendí a apreciar un trailer por lo que es, un jodido anuncio, y disfrutarlo como tal. Formé una coraza de hielo alrededor mi corazón. Nunca volvería a amar, pero tampoco volvería a ser decepcionado.
¿Qué tiene esto que ver con Transistor (traducido como Arradio en el mercado español, El Radio Chingón en Latinoamérica), el juego de SuperGiant Games (Juegos SuperGigantes) que hoy nos ocupa? En 2014 el trailer de Transistor me pareció tan jodidamente bueno que mi escudo de hielo se derritió y volví a dejar entrar el hype a mi corazón. Me hizo pensar que los hijoputas del Plus habían sido contratados por los hijoputas de SuperGiant games.
Música molona… voz en off… escenas guays con bonita iluminación… mi cerebro reconoció técnicas trailerianas clásicas, pero mi corazón dijo GIANT ENEMY CRAB!!!!!!!!
El trailer hace su trabajo a la perfección: me vendió el juego sin decirme absolutamente nada de importancia. En los cinco años entre que vi el trailer en 2014 y finalmente jugué a Transistor en 2019, Transistor adquirió un estatus mítico en mi lista de juegos que quiero jugar. No es culpa de SuperGiant games que el trailer me hiciese pensar en un Action RPG de historia melancólica y una ciudad molona que explorar. Mi cerebro sabe muy bien que la gran mayoría de historias de videojuegos son una mierda pinchada en un palo y que un estudio de matados no va a montar una ciudad y llenarla de personajes e historias, pero no sé, supongo que emocionalmente estaba listo para ser hypeado otra vez.
Tal vez sí sea culpa de SuperGiant Games que el trailer no dejase claro que es mayormente un juego de combate en tiempo semi-real (explicación en el siguiente párrafo) y nada más. La ciudad que en mi mente era prácticamente otro protagonista no es más que una cáscara vacía, un escenario en el que hay poco de importancia que ver y menos que descubrir, un pasadizo entre combate y combate. La historia es una mongolada, planteada y desarrollada como el culo, fan fiction de una serie mediocre. Hay un montón de cosas que leer, pero sin la menor relevancia o interés. PERO HOYGAN. El combate está bien.
Transistor es un buen juego de combate en tiempo semi-real, semi-real en este caso refiriéndose a un sistema en el que te mueves en tiempo real pero puedes congelar el tiempo y planear ataques. Suena mongolo pero puede dar mucho juego dada la cantidad de ataques y combinaciones posibles. Yo me lo pasé muriendo solo un par de veces y usando todo el rato el mismo par de ataques. Casi no tenía necesidad de cambiar pues funcionaban en la mayoría de situaciones, un poco como un FPS en el que hay un gran arsenal pero acabas usando el rifle de asalto o la escopeta la mayor parte del tiempo. Esto podría verse como un fallo del diseño, el no forzar al jugador a improvisar y experimentar, pero quienes quieran pueden hacer las cosas más interesantes y ajustar sobre la marcha sus habilidades y las de los enemigos. Supongo que SuperGiant no quería asustar a jugadores que estaban mayormente interesados en los otros aspectos del juego, pensando que el resto del juego vale la pena. Hey, es comprensible. Yo también creo que toda esta mierda de reseña que estoy por concluir merece ser leída, y no solo el último tercio que es cuando hablo del jodido juego. Si eso.
Transistor sugiere un poco un juego desarrollado por tres estudiantes en la universidad. Uno es bueno dibujando, otro programando, otro escribiendo. En algún momento los chicos se pelean y el que escribe bien deja el proyecto. Lamentablemente, el que se fue también era el que llevaba el esquema general del juego en la cabeza y nunca hizo más que esbozarlo. Atrás quedaron un buen sistema de combate en busca de algo por lo que valga la pena combatir y unos diseños bonitos en busca de un sitio que valga la pena explorar.
El fracaso de Transistor es en verdad mi fracaso. Condicionado en la adolescencia por los trailers del Plus, vi a una chica guapa a los lejos y sin el menor fundamento monté en mi mente toda nuestra historia juntos, desde que se me acerca y me confiesa su amor a primera vista, pasando por cuando la llevo a casa y se la presento a mi mujer diciendo que he encontrado a una segunda esposa y que espero que no abuse su posición de primera esposa y que como buenos mormones podamos vivir todos juntos en armonía, hasta cuando mi mujer le dice a la chica «oye lo siento mucho pero esto no funciona, toma estos cupones de Amazon por la molestia y desaparece, le diré a nuestro marido que te has unido a una secta o algo» mientras yo escucho escondido en el armario. Mi mujer es mucho mejor que yo para estas cosas.
BRAVO (Transistor, o ARRADIO, por otro lado, es un juego cojonudo).
Lo mejor el ultimo parrafo. Se siente el aroma a poligamia ( los hombres no nacimos programados para aguantar una sola mujer de manera seria y disciplinada ).
Lo regalaron en la epic hace nada, aun asi si lo juego sera en switch con el joycon to loco.
A veces no entiendo las quejas a nintendo, epic regala un juego al mes todo es cojonudo pero nintendo pone a disposicion del jugador todo su catalogo en paginas de descarga totalmente gratis.
Este transistor hasta regalado da pereza jugarle, nintendo te vende millones de la misma pijadilla pese ha que hasta un seguero es capaz de piratearles
eso es gracias a los nintenderos que estan dispuestos a pagar lo que sea por cualquier mierda que hagan, gracias a esa pociña de gente, la gente de bien puede jugar a todo su catalogo gratis.
Nintenderos el verdadero Virus de la humanidad
Malo "a radiar".