PES 2021

A mediados de noviembre del pasado 2019, Hideo, Isoroku y Shunsuke, estaban sumidos en una diatriba tremenda.

Como analista, programador y conserje de las oficinas que la empresa más importante de pachinkos del mundo destinaba a la programación del aclamado videojuego de fútbol Pro Evolution Soccer, tenían la labor de decidir en que invertían la partida de casi 150 euros al cambio que Konami les había asignado para renovar la entrega de 2021.

Shunsuke: A ver… que os he dicho que mi cuñado nos cambia las imágenes de fondo de los menús. Que el tío es un hacha con el Photoshop.

Hideo: Ya, ya…

Isoroku: Hombre, Hideo… le podíamos dar una vuelta a los menús, que tenemos mil juegos de donde pillarlos y ya están hechos.

Hideo: Sí sí, si no te falta razón…

Shunsuke: Y el matchmaking, joder, poned unos filtritos o algo. Que hasta los de las escobillas de limpiar cagaderos se lo curran más innovando que vosotros.

Hideo: A ver Shunsuke… ¿pero tú qué haces aquí? ¿Limpiar retretes o tocar los cojones?

Shunsuke: YO SOLO DOY IDEAS, ¿VALE?

Isoroku: ¡Pues a ver si le das un poco a la fregona, que está el lavabo que hay que entrar con esquís!

Hideo: Si es que me da una pereza tremenda todo. ¿Quedan ganchitos?

Isoroku: Qué va, solo pan de gamba.

Hideo: Joder, estoy hasta las yellow tiny balls del puto pan de gamba. Me bajo a la máquina a por unos ganchitos.

Shunsuke: Pues espérate un rato que cuando subía he visto que detrás se ha muerto un murciélago y está en pleno proceso de descomposición. Déjame que lo retire, limpie y desinfecte todo que te entra el tifus solo de verlo.

Isoroku: Buah, ni unos putos ganchitos se puede comer uno ya tranquilo…

Hideo: Oye Shunsuke… ¿tu hermana no se había sacado la licencia de monitora de salto base en paraca?

Shunsuke: Yep. El mes pasado. Le hacía ilusión desde que jugó al Pilotwings de la SNES cuando éramos chinorris.

Hideo: ¿Si? Pues hablando de chinorris… Shunsuke, mete ese murciélago en una bolsa, que me piro a China con tu hermana y la calderilla de Konami.
Isoroku, ¡este año nos tocamos los cojones a dos manos!

Isoroku: ¡Chachi que sí!

Shunsuke: Entonces… ¿le digo a mi cuñado que se olvide de lo de las imágenes?

Hideo: ¡A VER, SHUNSUKE! ¿PERO TÚ QUE HACES AQUÍ? ¿LIMPIAR RETRETES O TOCAR LOS COJONES?

Medio año mas tarde el planeta estaba sumido en una pandemia sin precedentes, y Konami, amparándose en los problemas ocasionados por la crisis de coronavirus, decidía tomar una decisión si precedentes con respecto a la saga PES.

El nuevo capítulo no se llamaría PES2021, sino que sería PES2021 Season Update y sería una actualización sobre la base de PES2020. Según la compañía, todos los esfuerzos iban a centrarse en la entrega de 2022 ya para la nueva generación de consolas, y el precio del juego de 2021 sería reducido.

Y ya tenemos ese update en nuestras manos.

Como somos gente decente y respetable, proclamaremos la verdad al mundo desde la perspectiva de un jugador con controles manuales. Esto es, sin ayudas. Este es un punto que ya hemos explicado anteriormente en las reseñas del PES que anualmente vamos lanzando y que es innegociable:
si quieres ver lo que te ofrece un «simulador» de fútbol (o de conducción), quítale las ayudas.

Pues venga, al lío.

Cuesta 30 pavos… ¿pero los vale? NO.

El resultado es el mejor PES de la historia? SÍ.

¿La diferencia es brutal? NO. Han pulido tres cositas que lo convierten al que ya era el mejor juego de fútbol de la historia en otra vez el mejor juego de fútbol de la historia. Pero el cambio es imperceptible al ojo y sutil a los mandos.

¿Eso hace que el online mejore? NO. En el 90% de los partidos sigue siendo una mierda por culpa de los usuarios y los controles automáticos, aunque en el otro 10%, cuando te topas con rivales que juegan sin ayudas, el resultado es glorioso. Con colegas también es la hostia. Con colegas manuales claro. Los otros no son colegas, no te dejes engañar.

En Gamerah lo hemos comprado (compartiendo cuentas a 15 pavos), porque estamos metidos en una comunidad de torneos de 10 vs 10 a nivel europeo, que vienen a ser unos e-sports para pollaviejas, y la verdad es que le hemos tomado cariño a la gente. Pero de no ser así, nos hubiéramos ahorrado la pasta.

Por cierto, que andamos buscando fichajes. Tenemos al equipo instalado en la zona media de la 2ª división, remando siempre a contracorriente para meterse en un ascenso que siempre se nos resiste, el entrenador es Strato y no hace más que pelearse con las estrellitas del vestuario, somos más blanditos que Bojan en el cine viendo Los Puentes de Madison y ahora resulta que de repente nos ha salido un central nintendero.

Pero quitando eso el equipo está bien. Y nos reímos mucho. Así que si quieres jugar algún día con tus héroes (y con Strato), ya sabes, te compras el PES2021 y te pones a jugar en manual.

En PS4, ¿eh? Sigamos.

Como siempre, tenemos que aconsejar el juego online entre colegas que compitan con tus mismos ajustes (sin ayudas) para sacarle todo lo que ofrece al juego, que es mucho. El online a pecho descubierto es un problema como en todos los juegos competitivos. En una comunidad segregada por controles, donde no existen filtros efectivos para jugar con tus semejantes, es un directamente un drama.

Y como siempre recomendamos encarecidamente el juego contra la IA, también mejorada en esta ocasión. Lo que plantea el PES exclusivamente dentro del terreno de juego, una vez encontrada la dificultad que te supone un reto, a la velocidad que necesites y al tiempo de partido que te vaya bien, es simplemente maravilloso. Nunca un juego de fútbol se había acercado mínimamente a eso.

El problema como siempre es que fuera del verde el juego es un despropósito huérfano de modos de juego y de motivación.

En mi caso huyo de ligas y Liga Master por la falta de profundidad que tienen, y me dedico a jugar todos y cada uno de los torneos de K.O. que plantea el juego, que son unos cuantos.

Además es ahí cuando todas las bondades que tiene la IA se desplegan ante ti. Jugando una liga el comportamiento de la IA es relativamente plano, pero cuando en una eliminatoria el reloj aprieta y el marcador ahoga, observas como el equipo rival modifica el plan dependiendo de sus necesidades.

Y sin ningún tipo de disimulo.

No hay nada como una segunda parte de un partido de vuelta en el que un gol de la IA te elimina. Eso vale cada uno de los euros que pagas en septiembre.

Al final de todo esto, el drama sigue siendo que este despropósito de videojuego, empecinado a veces en destruir todo tipo de diversión prolongada o de hilo conductor que te mantenga durante meses pegado al mando, sigue siendo el mejor reclamo para frikis del futbol. Tremendamente superior al FIFA en todo lo que acontece desde que el árbitro pita el principio hasta que termina el partido.

Es como pillarse un bus en Plaza España, bajarse en Can Tunis, caminar media hora entre yonkis y escombros, pillar un chute de jaco en una barraca y metérselo detrás de un contenedor que apesta a orín de perro.

Eso es el PES. La puta droga.