Queridos mongolos:
Lo último que recuerdo es quedar con el Dr. Rubirosa el Día de Todos los Santos y, medio broma medio en serio, aceptar su apuesta de a ver si puedo esnifar tanta coca «como nieve hay en los Andes».
Creo que gané, pero la mañana de Navidad me desperté con un dolor de cabeza apocalíptico, el tronco de una secuoya gigante incrustado en el culo y ningún recuerdo de lo sucedido. El dolor de cabeza y tronco en el culo OK, era miércoles, pero preocupantemente la tele estaba encendida con el God of War de PS5 y las tetas me picaban horrores.
Un momento, me dije. No tengo la PS5.
Confundido, convoqué al líder de mis mongolos para recibir explicaciones: el CEO de Gamerah.
«¿Qué carajo es esto?», le pregunté rascándome las tetas al calvo que se presentó. «¿Y qué pasó con tu pelazo?»
«Soy el nuevo CEO de Gamerah, oh Cubitorah, Dios entre los monstruos. Me llamo…»
«OK, tranquilo.» Señalé la PS5. «¿Qué mierda es esto?»
«Es una PS5.»
«Ya sé que es una PS5, mongolo, pero, ¿por qué tengo una PS5?»
El mongolo me leyó mi mensaje navideño de este año.
Uhmmm, pensé. Esto también explicaría las tetas.
«Escucha, mongolo, reúne a los otros mongolos y preparadme un mensaje de Año Nuevo, ¿entiendes? Que diga que al final no completo la transición a cucaracha mamífera pansexual cromático-divergente que juega pelijuegos de la Soni, pero no porque estaba drogado cuando lo anuncié, sino por motivos que me hagan parecer super progresivo pero sin a la vez enajenar a nuestros patrocinadores más conservadores. Di que, como muestra de apoyo a la comunidad, conservaré las tetas. Pero eso no lo escribas, acaba mostrando mi solución a la hipótesis de Riemann, me he olvidado ahora pero añadidla vosotros, ¿OK? Es fácil.»
En ese momento, hubo un ruido como de una campanilla.
«¿Qué coño es eso?»
«Ha recibido un email, oh divino Cubitorah.»
«¿Es del príncipe nigeriano? No me ha vuelto a escribir desde que le mandé la pasta.»
«No, divino Cubitorah. Es de Mothrah Puig Soler.»
«¿¿Mi ex-novia?? ¡Lee, mongolo, lee!»
Temblando, el mongolo se aclaró la garganta e intentó imitar la inimitable (literalmente, al ser emitida en una frecuencia imperceptible por el oido mongolo) voz de Mothrah, mi ex-novia monstruo polilla gigante con la que rompimos de mutuo acuerdo. Es complicado.
Asunto: ¡Bravo!
Queridísima Cubitorah,
Me conmovió muchísimo escuchar tus noticias. Felicidades por tu viaje de autodescubrimiento y tu decisión de vivir auténticamente como la cucaracha mamífera pansexual cromático-divergente que realmente eres.
Se necesita un inmenso coraje para compartir tu verdad con el mundo, especialmente en una sociedad que todavía lucha por entender y aceptar las identidades cucaracheras mamíferas, particularmente pansexuales, y ya ni digamos cromático-divergentes. Eres un faro de fuerza e inspiración, y admiro enormemente tu valentía.
Esto es un testimonio del increíble crecimiento que has experimentado como persona. Siempre has sido un alma amable y compasiva, incluso cuando a menudo te reías de los ‘mongolos’ o hacías comentarios racistas que ahora entiendo eran una llamada de auxilio. Ahora estás abrazando tu auténtico ser con gracia y resiliencia.
Estoy muy orgullosa de ti. Es increíble ver cuánto has cambiado desde nuestra relación, cuando eras tan… egocéntrico. Pero eras una persona diferente en ese entonces, y me alegro de que hayas encontrado la fuerza para convertirte en la cucaracha increíble que eres hoy.
¿Te gustaría tomar un café algún día de estos y ponernos al día? Me encantaría escuchar todo lo que tienes que decir.
Con amor y admiración,
Mothrah
Sumido en mis pensamintos, me acaricié y estrujé las tetas. Francamente, no había podido parar de jugar con ellas desde que me desperté. Oh Mothrah, mi querida Mothrah. La última vez que hablamos me colgaste el teléfono. La anterior, intentaste matarme con una onda supersónica. Pero obviamente donde hubo fuego, cenizas quedan. No te guardo rencor por cuando rompimos de mutuo acuerdo porque necesitabas tiempo para encontrarte a ti misma saliendo con otros monstruos. No me rompiste el corazón, pero acepto tu disculpa, y estaré encantado de contarte mi experiencia de cucuracha mamífera pansexual cromático-divergente. ¿Y sería lo peor del mundo si la pasión vuelve a apoderarse de nosotros y una cosa lleva a la otra?
Le di una patada al mongolo. Estaba atento, pero para espabilarlo.
«Mongolo, prepara mi sombrero de fedora. Tenemos una cita.»
(Continuará.)
Feliz Año Nuevo, y que os den por culo.
Cubitorah
Postdata: mi pelijuego favorito de la Soni es el Ghost of Fukushima. La misma mongolada de siempre, pero con haikus y bonito de cagar.