Ha salido la demo del PES 2020. La del Pro de toda la vida.
Y tras jugar un par de partidos en la Gamerah ya tenemos el veredicto: cómprate una PS4 y bájatela. O mejor, cómprate un PC y bájatela. En dos partidos ya se ve que Kubo va a ser lo más cercano a Messi que podremos ver jamás, que De Jong está hasta las pelotas de que Rakitic y Busquets toquen sieeeeeempre para atrás, y eso, que hay que bajarse la demo del PES sí o sí.
¿Por qué?
Porque es el mejor fútbol que se ha podido jugar jamás con un mando en la mano.
Y porque es una demo, joder. Tiene esa inocencia y esa honestidad que seguramente no vais a encontrar en el juego final dentro de unos meses cuando Konami, harta de recibir feedback de miles de lloricas de todo el mundo, saque un par de parches y deje el juego como quiere la mongolada. Facilito y reshulón.
Las demos son como el petting
A mí me gustaba mucho el petting, eh. Era eso, inocencia y honestidad. Ahí había más fallos que en un highlights de Vinicius tirando a puerta, pero era la esencia pura del amor, pintabas en un lienzo en blanco sin tapujos ni ataduras.
Luego ya te haces mayor y tienes que tener un cuidado de la hostia, que la gente se te cansa rápido de lo mismo de siempre y corres el peligro de acabar haciendo cosas muy raras. Como el FIFA.
¿Y cómo es esta demo?
Pues a priori parece ser como todas las de los juegos de deportes. Es el mismo juego del año pasado con cuatro añadidos y con la física del balón mejorada.
Sé que esto último parece imposible, porque cada entrega de Konami tiene el mejor balón de la historia. Es perfecto. El peso, la recreación de todas y cada una de las fuerzas que actúan sobre él, la resistencia que ejerce el césped… es una puta locura cada año. Pero llega el siguiente y lo superan. No sé como lo hacen, pero es así.
En cuanto a los cuatro añadidos… están ahí y molan, pero ya os digo que esto es una demo y que como no cuajen pueden acabar desapareciendo dentro de un par de meses como si no hubieran existido nunca.
Que haya visto yo en un par de partidos tenemos…
1. Los controles
Ahora si pegas un pase un poco fuerte o un melonazo para cambiar de banda, el receptor puede fallar un control y desbaratarte la jugada. Imagino que con un buen timing del supercancel (*) se soluciona, y añade una capa más de profundidad al juego.
Me parece un homenaje super bonito a ese tipo de jugador que hasta ahora no acababa de estar del todo bien representado en los videojuegos de fútbol. Ese Pedro, ese Zenden, ese Drenthe… esos tipos que demuestran que con trabajo y sacrificio también se puede llegar aunque sea teniendo a la grada en un sinvivir cada vez que participan de una contra.
(*) El supercancel es prácticamente la acción más importante de la jugabilidad del PES. Tan necesaria como generalmente ignorada, consiste en darle a un par de botones y hacer que el muñeco se libere del camino que la IA atacante de tu propio equipo le ha asignado. Así puedes corregir trayectorias que te sirven para lo que tu quieras: dejar pasar un balón, retrasar una carrera, chocar contra un defensa… obviamente esto del «control de los cojos» tiene toda la pinta de acabar desapareciendo cuanto Twitter se llene de lloriqueos porque el juego está roto. Pero mola.
El otro día le explicaba a un amigo que vuelve al redil del PES después de mucho tiempo que si bien el FIFA parece diseñado para que te sientas como un Madrid o un Bayern de Munich aunque lleves al Sestao, el de Konami hace justamente lo contrario. Empiezas siendo un inútil y tus partidos van a parecerse mas a lo que se puede ver en Segunda B que a lo que correspondería según la enjundia de tu elección.
Pero es lo que hay. La recompensa que supone jugar mediobién al PES es de esas cosas por las que vale la pena comprar una consola. O un PC. (Luego ya os cuento lo del PC).
Y claro, no es fácil el pulsito continuo entre querer sacar un simcade de fútbol y tener que aguantar a la gran mayoría de tu target quejándose de que es muy difícil.
Hablo siempre de la experiencia de jugar con controles manuales, eh. Si jugáis en automático por mi podéis tirar la PS4 por la ventana. O el PC. Y vosotros detrás, si no es molestia.
Sois una lacra. Por vuestra culpa tenemos un online de mierda en los juegos de fútbol. Además, como sois más, acabáis decantando la balanza de las decisiones de Konami siendo el tipo de público al que no habría que hacerle ni puto caso si lo que se persigue es sacar un simulador de fútbol. Pero el dinero manda. Y si me pagáis lo suficiente os defenderé a muerte de cualquier juntaletras que ose faltaros al respeto.
En fin… otra cosa que han cambiado, y esta sí que se queda, es….
2. La cámara
Es la polla. Hay una nueva que se llama «Estadio» que es impresionante. Justo lo que se le pedía a un juego que prima tanto el estilo de toque. Más amplia que la «Genérica» y más cercana que la de la «Afición». Y además se deja aplicar variación de ángulo para que quede televisiva a tope.
Encima a la de «Retransmisión» le han quitado el zoom ese que te jodía la mitad de las jugadas cuando te acercabas a la banda.
Si no habéis tocado un PES en años no vais a entender nada de este último párrafo. Pero no os preocupéis, sois unos afortunados por encontraros tan grata sorpresa así de sopetón.
3. Los regatitos
El PES tiene tres velocidades. La normal, el sprint, y la lenta. La lenta consiste en andar con el balón en vez de correr, pisándolo y cambiándolo de pierna. Eso antes se hacía con un botón y ahora se hace con el stick derecho.
¿Por qué? Pues ni idea. Pero es de esas cosas de las que si tienes un minutito libre, piérdelo en aprenderlas en vez de protestar. Porque no me imagino a Konami rectificando una mecánica tan importante a nivel de jugabilidad, y es clave a la hora de poder imponer un ritmo de partido que permita desplegar lo que ofrece el PES.
El PES tiene regatitos como tal, además de este concepto de dirección + velocidad, pero creedme si os digo que puedes ser jodidamente duro de pelar sin utilizar ni uno solo de ellos.
Por contra, dominar la velocidad, la dirección y el timing correcto para aplicarlas es lo que te va a hacer ganar partidos.
4. La IA
Parece más versátil. Me explico.
En entregas anteriores era una hijadeputa de mucho cuidado. A la que subías un poco la dificultad te vacunaban a base de bien, obligándote a aprender a defender antes de atacar. Estoy seguro de que este año seguirá igual, y me parece perfecto, pero la variedad de situaciones con las que lo hace parece mayor y sobre todo, más lógica.
El PES tenía el problema de que tíos como Messi o Neymar no te encaraban buscando irse de dos o tres tíos para crear la superioridad. Tampoco se veían chutes de larga distancia, por poner un ejemplo. Había un abuso por defecto del toque ilógico hasta encontrar un rematador prácticamente en el punto de penalti.
Por lo que he visto en los vídeos de gameplays más que por lo que he jugado a la demo, ahora parece ya no ser así en dificultades altas. Y eso es lo que puede marcar la diferencia este año para tener un offline que cumpla todas las expectativas.
Si nos olvidamos de que esto es una demo y de que Konami tiene más peligro que un mono con dos pistolas cuando quiere arreglar algo… este parece ser EL AÑO.
Y luego además tenemos EL FACTOR.
EL FACTOR
EL FACTOR podría ser el quinto añadido. De hecho lo es.
Pero me gusta más llamarlo EL FACTOR. Y no solo porque suena mejor, sino porque al final va a ser lo que haga de este PES 2020 una edición gloriosa (siempre que Konami lo respete en el juego final, claro).
Podría llamarlo añadido, pero de añadidos ya he nombrado cuatro, y ponerlo a la misma altura me parece ningunearlo teniendo en cuenta su importancia.
EL FACTOR es un término que denota importancia, está el FACTOR X, FACTOR es parte de la palabra calefactor y sin embargo no forma parte de la palabra chándal, está el RFACTOR que es un juegaso de coches, la palabra «estupefacto» viene del latín FACTOR… no sé si veis por donde voy.
EL FACTOR es más grande que tú y que yo, y cuando le des cuatro partidos al online de la demo y sean las 2 de la madrugada y te tengas que levantar a las 7 para ir a currar, y digas «venga va que me echo otro partidito», no te quepa la menor duda de que la culpa será de EL FACTOR. Ni te acordarás de los cuatro añadidos.
¿Y cuál es EL FACTOR?
(Ahora sería gracioso que no os lo explicara. Y de hecho estaba a punto de no hacerlo, pero… qué diablos…)
EL FACTOR es el (acojonantemente) bien balanceado equilibrio entre el atacante y el defensor en un 1 contra 1. Ya está. Así de simple y así de plano.
En ediciones anteriores del PES (no recuerdo cuántas, pero sí puedo decir que en el 18 y en el 19 era así), el juego te obligaba a pasar el balón continuamente. Era tremendamente difícil aguantar el balón ante la embestida de un defensor.
La consecuencia de eso era un juego que fluía continuamente a base de pases y apoyos. Eran juegos cojonudos, sí. Pero no invitaban a la pausa. Y entender un simulador de fútbol donde un jugador no puede pausar el juego se hace difícil. Por supuesto que había animaciones de aguantar el balón, e incluso a veces se producía tal acción. Pero el balanceo de esas situaciones estaba mal calibrado y en demasiadas ocasiones se perdían jugadas en el limbo que estaban en tu cabeza, y que futbolísticamente hablando tenían todo el sentido del mundo.
Simplemente el juego no te invitaba a ello por la programación de sus mecánicas, y así, semana a semana, ibas comprendiendo que a aquello no ibas a poder jugar como se debería, aun siendo juegos de fútbol excelentes.
Jugadores como Messi o Cristiano eran reconocibles por sí solos, pero ponerlos a driblar era una quimera solamente accesible para unos pocos elegidos verdaderamente habilidosos con el mando entre las manos.
Eso ha cambiado. Ahora puedes pararte, esperar que venga el defensa, y proponerle un 1 contra 1. Porque el defensa ya no parte con ventaja. Y eso, en un juego de fútbol donde las superioridades individuales las determinan los stats de los jugadores involucrados y el timing del usuario a los mandos es una bendición que catapulta las posibilidades de juego a un nivel que PES 2019 no podía ni soñar.
No se trata de que puedas driblarte a cinco tíos con Sergi Roberto. No. Pero poder dejar de sprintar y caracolear un par de segundos delante de tu defensor mientras observas como se te acerca un compañero o ves por el rabillo del ojo como el lateral de la banda opuesta se suma al ataque, otorga todo el sentido a la gran variedad táctica que PES pone a disposición del usuario desde hace ya bastantes entregas.
Por lo demás, lo de siempre… el sistema de colisiones es el que es, a base de animaciones y no calculado con un motor específico en tiempo real como el de la competencia. Eso da lugar a choques indeseados exactamente igual que en la competencia, donde el problema es el mismo, pero al menos nos compensa con multitud de vídeos graciosos en YouTube.
Tenemos los cabezazos, donde la mitad de la comunidad dice que es imposible cabecear y la otra que no hay problema alguno; tenemos la ya eterna disputa de que si el árbitro pita muchas faltas o pita pocas…
Para acabar
Lo de siempre. Hay demasiada gente jugando a jueguitos y pensando que su opinión es importante. Demasiado forito y demasiado Twitter, joder. Esto ni pasaba con Franco ni pasará con Cubitorah. Avisados quedáis.
Los menús parecen más modernuzos y tal, con una paleta de colores muy gay friendly, el número de equipos es bastante aceptable, tienes tres estadios muy bien recreaditos, y Griezmann no está en el Barça que es lo que debería haber ocurrido en un mundo que no se hubiera ido irremediablemente a la puta.
Y lo del PC (por fin) es porque ya hay parches que te dejan retocar la duración del partido contra la IA, que es de 5 minutos por defecto y con el que no te da tiempo para nada, básicamente.
Bajáosla y disfrutadla que es todo amor.
Si además sois personas como Dios manda y jugáis en manual, podéis hacer el truquito de contar hasta 3 y buscar partida con controles similares para que os empareje con vuestros amigos.
Yo pienso pasarme el próximo mes dándole cera al Alcalde, que es malísimo.
Me ha dado tanto hypè que estoy esperando una oferta decente para volver al redil si el juego es tan bueno y si sacrifico centenares de horas de sueño.
si no le ponen la coletilla ISS ni lo considero