Esta semana seguimos con nuestro ajuste de cuentas con esos títulos que ofenden la que debería ser una plácida senectud de licores caros y sofás apolillados. Una nueva dosis de desfachatada parcialidad y opiniones impopulares e irrelevantes que deberían hacer correr ríos de tinta de mongolos enfurecidos. Pero como sabemos que eso no va a pasar (el último mongolo ilustrado se extinguió allá por 2089 al intentar una subordinada con cita histórica incluida sin red de seguridad) y nuestro(s) lector(es) es buena gente, con criterio y pocas ganas de leer, por lo menos las hemos hecho cortitas y al pie.
Horizon Zero Down (Alcalde)
Esta es una biliseña parcial. No puedo ser tan duro como en el Deus Ex porque el juego es bastante mejor. Gráficamente es una bestia parda que deja en muy mal lugar el tocomocho montado con la PS4 Pro. Pero eso ya lo sabéis. El sistema de armamento es funcional, intuitivo y dinámico. Control preciso, combates divertidos en el que destaca ese manejo de arco tan placentero, tan kansei (referencia de google, no tengo pajolera idea de japonés, copien este término sin pudor alguno en su próxima reseña junto a citas de libros que no han leído y kuleshows varios).
Lo cierto es que la premisa argumental pintaba bastos desde el principio. ¿Dinosaurios mecánicos? Llámalo mechas y solucionado. Al final no deja de ser una versión tontorrona del eterno mito de Prometeo, Frankenstein y Terminator en posteriores encarnaciones. La máquina cobra vida y se enfrenta a su creador…. Bostezos, grillos. Una protagonista, elegida para liberar la… (zzzzzzzzz) Toda la jodida colección de tópicos que os podáis imaginar. Que ya está bien. Guionistas de videojuegos, hacedme un favor. Meteos el puto Camino del Héroe por el culo. Hay más scifi aparte de Star Wars y más libros que los de Harry Potter. Existen más recursos y formas de narrar que el coñazo de El Elegido y sus múltiples variantes, que es lo que hace Horizon Zero Down. Y es una pena, porque el worlbuilding no está del todo mal. Se describe con mucha naturalidad una sociedad primitiva matriarcal de la que te quedas con ganas de saber más. De hecho el sesgo feminista del juego es elegante y está más que justificado, algo que no es muy habitual en el AAA tipo de marines calvos y forzudos cyborgs. A pesar de ello, Horizon Zero Down no se libra de los tropos habituales. Diálogos plomizos, personajes sin carisma, historia previsible y carente de interés (oh, una corporación ¿malvada? No puede ser). De hecho, hay un momento final de una supuesta gran trascendencia argumental y emotividad en el que ya estás tan hasta el nabo de grabaciones y discursos mal escritos que te la sopla de canto los hechos que revela. Y es que el juego se desinfla tanto al final que leer el anuncio del DLC y mandar a los putos dinosaurios a pastar fue todo uno.
Tom Clancy Wildlands (Del pesado del Alcalde, también)
Ubi Soft. ¡Dulce Ubi Soft!
Tu nombre me sabe a hiel. ¿Cuántas barbaridades habremos soltado por nuestra boquina hablando de ti? Quizá no las suficientes. Y creo que en ocasiones no hemos sido justos. He de confesar que el primer Assasins Creed, en un primer momento, no me pareció tan apestoso como realmente es. Ese narrar fraccionado me pareció original y en aquella otra iteración centrada en los piratas podías llegar a desenterrar bastante diversión atrapada en una marea de bugs. Pero como ya hemos comentado aquí en alguna ocasión, el acto de fe que exige odiar a Ubi Soft es un esfuerzo realmente pequeño. Porque su modelo de desarrollo, a caballo entre la churrería y la factura de juegos, ha creado un estilo inconfundible de títulos muy teatrales, con gran despliegue gráfico de cartón piedra y aún mayor ausencia de profundidad y, eso tan difícil de valorar, cariño.
Este Wildlands no es una excepción. Entra por los ojos. Polvoriento, guerrero y deslenguado, propone una serie de misiones hiladas por un débil argumento en las que deberás hacer justicia en una Colombia levemente ficcionada. La intención de juego es enfocarse hacia el juego cooperativo online, pero más bien parece lo que te trae Aliexpress cuando pides los atracos de GTA V. Por alguna razón, supongo oculta en el tuétano del estilo Ubi, en cuanto agarras el mando todo tiende a la pochez. El gunplay no está mal, pero no te engancha. Los gráficos bien, pero a las dos horas estás hasta el pito de los mismos paisajes repetidos una y otra vez. Y eso es lo bueno porque hay cosas, como la conducción, risibles por toscas e irreales. Eso sí, pilotar un coche y un helicóptero es igual de divertido: NADA. Las misiones, monótonas y carentes de imaginación. Olvidaos de esas fortalezas tan monamente diseñadas de Metal Gear V. Atacar una base es un vivalavirgen sin posibilidades tácticas reales. Todo se resume en esperar a que descubran a algún jugador del equipo y que el juego se convierta en Valencia en fallas pero sin alcohol ni Copaturbos. Es posible que el juego permita un acercamiento más cerebral a las misiones, pero la verdad es que no invita a pensar en ello demasiado.
Star Wars Battlefront (Kete)
¡EA!
Seamos claros. La saga Star Wars es una peñazo os pongáis como os pongáis.
El único aliciente que tuvo en su día, cuando las pelis buenas, era saber si a la princesa Leia se la iba terminar trajinando Han Solo o Luke Skywalker. Al final resultaba que Luke era su hermano y que el único que tenía el arrojo de dejarla en cueros era una babosa gigante.
Bajón instantaneo. A otra cosa.
Todo lo que ha venido después es un despiporre de tal magnitud, que solamente la decadente y mercantilizada masa borreguil que puebla el siglo XXI podría tragársela en tan variadas porciones.
A partir de ahí… ¿a quién le podía interesar un reboot en forma de shooter online, sin historia, escaso de modos, sin una mínima línea argumental, sin personalidad en lo jugable y cargadito de skins sacados de unas pelis de hace 40 años?
¡Pues a todo el mundo joder!
SWB de EA salió a la luz en noviembre del 2015 y fué un éxito comercial que logró colocar más de 13 millones de copias en todo el mundo. Costaba un ojo de la cara si lo comprabas con el pase de temporada (120 euros aproximadamente), pero como la temática del juego tocaba la fibra a tanta gente se le perdonó todo lo que os he contado antes.
Si SWB hubiese sido exactamente el mismo juego con la salvedad de estar ambientado en una galaxia no tan lejana, con personajes y navecitas recién salidas del departamento de arte de DICE, y con un musicón épico que nadie hubiese escuchado en la vida, las hostias hubieran sido tantas y de tal magnitud que a EA ni se le hubiera pasado por la cabeza la posibilidad de sacar la segunda parte que hoy, felizmente 🙂 , ha vuelto a poner en marcha la rueda de los despropósitos.
Pero no fue así. Y hubo que esperar a que la lógica se fuera imponiendo lentamente al disparate.
Tal es así que tras reclinar nuestra butaca, abrir las palomitas, y acomodarnos para ver el incesante desangrado de usuarios activos por la falta de profundidad y de contenido de la que el juego peca desde su lanzamiento, hemos terminado por asistir a lo largo de este año a la absoluta constatación de una realidad que estuvo allí, desde el primer dia, camuflada tras sables láser, armaduras de plastiquete y soniditos ochenteros.
SWB se regalaba en mayo de este año si comprabas una suscripción anual del servicio PSPlus. Por si fuera poco, 4 meses después te daban por la patilla el pase de temporada con todos los DLC que habían ido vistiendo con un poquitín de chicha al esqueleto que desde el principio había sido el juego.
Y para terminar de aderezarlo, hace dos semanas me compré la edición Ultimate en la PSStore por 5 euretes. Todo. El juego entero con sus DLC. Lo que no hace ni dos años costaba 120 euros, me lo agencié hace nada por menos del 5% de su valor original.
Y ¿por qué?, pensaréis…
Pues porque tengo una hija a la que le hará gracia jugar con las navecitas y con los soldados imperiales. Gracias a dios el juego no deja jugar con ewoks, con lo que el riesgo de que se me vuelva nintendera es mínimo.
Pero sobre todo porque tengo que educarla.
También pensaréis que soy un poco cabrón por darle tan duro a un juego al que nunca he jugado, pero acaba de salir la segunda parte al mercado y seguro que todo esto se os olvida pronto. En cuanto os enteréis del zapatiesto que han montado estos señores.
🙂
Pues muy bien. La historia del Horizon a mi sí me gustó, pero coincidimos en que lo mejor es el gameplay.
Ubi y EA pues, sin comentarios