Hola amigos lectores y cieguitos, totales o parciales, que escucháis este análisis recitado en el Loquendo.
Seguramente recordaréis la primera parte de la reseña despechada del Spider-Man que publicábamos hace unos días. En ella repasábamos todo lo que el juego hace mal y prometíamos, empatizando con los fans y sobretodo con los compradores, enumerar sus virtudes en esta segunda entrega.
Pero ha ocurrido un problema, y no es menor: he seguido jugando al jueguito. En la primera llevaba un 37% y ahora voy por el 46%, y me vais a perdonar pero tengo que seguir con las torpezas. Al menos con una muy gorda.
De entrada debo decir que esta reseña estaba pensada para presentarla en una única entrega, del tirón. Si leísteis la primera, ya os daríais cuenta de que odio en exceso todo lo que sea estirar el chicle por el mero hecho de estirarlo.
Las trilogías. Las odio.
Contar en tres entregas lo que podías hacer en una, brrrrr. Y fijaos en lo caprichoso que es el destino: ahora me veo en la tesitura de tener que extenderme sobre el montón de chorradas que propone este juego. Me veo hasta obligado a considerar la posibilidad de que esta reseña acabe fraccionada en tres partes.
Ahí tengo que decir que este Spider-Man ha sabido derribar la cuarta pared, al menos conmigo, como pocos juegos lo han hecho. Y quien dice derribarla, dice dejármela como la bandera de Japón. Pero claro, eso al final es más culpa de mis filias y de mis fobias que de los diseñadores del juego. Así que seguimos sin virtudes.
Hoy, amigos, me veo obligado a hablar de lo que para mi es la gran cagada del Spider-Man, muy por encima de todos los aspectos que tratamos en la primera entrega.
Señoras y señores… bueno… señores… con todos ustedes…
(redoble de tambores)
¡¡¡EL SIGILO!!!
Podríamos definir el sigilo como esa suma de comportamientos que experimentamos cuando, por ejemplo, la pareja de nuestr@ amante llega a su casa de repente y debemos escondernos por todo el piso mientras recogemos nuestra ropa para terminar escabulléndonos medio en bolas por la primera ventana que vemos abierta.
Pero estamos en Gamerah y en general follamos menos que los Roper, así que por situarnos a todos en un escenario común, lo definiremos mejor como el conjunto de precauciones que tomamos cuando llegamos a casa con una cogorza del copón a eso de las 4 de la madrugada y queremos a toda costa que la persona que nos espera (y a la que hemos llamado a eso de las diez de la noche para decirle que te tomas una cervecita namás para no hacer el feo y que te vuelves) no nos escuche y siga durmiendo.
Ahí sí que hemos estado todos en algún momento de nuestra vida, ¿no? Pues los de Insomniac no. Solo me cuadra esa posibilidad. Porque la otra es que les da muy igual reirse de la gente.
El sigilo es algo jodido en los videojuegos. Los hay centrados casi exclusivamente en este tipo de mecánicas y sinceramente siempre me han parecido muy aburridos. Pero los respeto.
Que alternen acción con sigilo, y lo hagan bien, recuerdo pocos. Estaba el glorioso Commandos, los Metal Gear también lo tenían bien solucionado… pero en general son fases sueltas en juegos generalistas que quedan bastante cutrongas y que exigen ese buenismo del jugador, ese venga va, acabemos con esto y sigamos para no lastrarte demasiado la experiencia.
Aquí estos han patinado claramente. Las fases de sigilo son directamente vergonzantes, un insulto al jugador.
Asistimos a pasajes en los que tienes que pasar agachado a literalmente dos metros de los malos. Joder, ya no es que te vean, es que te pueden oler. A veces ocurre eso de que te ven, te escondes, y empiezas a ver como su medidor de alerta empieza a bajar de nuevo. ¡Hostias, que me estás oyendo respirar! En serio, pégame un tiro o algo pero acabemos con este esperpento.
Puedes encontrarte fases en las que te juntas con ocho o diez malos en un almacén de no más de cien metros cuadrados. ¡Que corra el aire, coño, que vamos a pillar todos el COVID! Pues no, tienes que arrastrarte entre todos ellos, vigilando que ninguno te pise para salir airoso del percance. Y siempre, como no puede ser de otra manera, con un icono indicador de destino para que no te pierdas por el camino.
Esta gente ha inventado El Sigili. Que lo patenten, que les ha quedado precioso.
Y luego hay un tema escabroso que no me he puedo quitar de la cabeza. Tú eres Spider-Man, ¿no? Spider-Man no se mueve sigilosamente. O bueno, sí lo hace, pero por el techo. A veces se mueve entre vigas en salas infestadas de malos que en circunstancias normales levantarían la cabeza y dirían «hostia, ¡que hay un tipo en el techo!«. Aquí no. Vale, ya dijimos en la primera que es un juego entre fácil e idiota. Lo aceptamos.
¿Pero qué pasa en las fases de sigilo? Pues pasa que de momento (y tiene pinta de que será así durante todo el juego), llevas a personajes secundarios.
A saber, una mujer y un negro.
¿Qué pasa aquí, señores de Insomniac? ¿Qué nos están queriendo decir?
¿Acaso una mujer y un negro no pueden ser sigilosos? ¿Por qué les allanamos el camino de esta manera tan vergonzosa?
Me sorprende que en este mundo de ofendiditos que se nos está quedando nadie haya reparado en esto y haya inundado Twitter. No me corresponde a mí desde luego, pero no puedo callarme ante este par de ismos de manual.
Hay una que es tremenda. En un callejón tienes al malo delante de ti y tienes que llegar detrás de él. Es IMPOSIBLE que no te vea. ¿Imposible?
NO. La solución está en subirte en un andamio que está a tres putos metros del suelo para pasar por su lado. ¡Y no te ve!
Irse al pedo señores de Insomniac. Irse al pedo.
Yo me bajo. Mira que el juego tiene un par de cosas que están bien y hasta incluso te empujan de vez en cuando a volver y darle un rato. Pero en general hay que tener la cabeza muy metida en el culo para estarlo jugando y pensar que es un buen juego.
¿Hablaremos de esas virtudes?
Pues yo ya no lo sé, la verdad. Acabaría cagándome de nuevo en el juego y preguntándome otra vez porqué intenta hacer tantas cosas y casi todas mal. No creo que me quede nada sorprendente por descubrir con casi un 50% completado.
Solamente puede haber una cosa que me empuje a hacerlo, y no es otra que cumplir con el compromiso que en su día contraje con Cubitorah bajo sagrado juramento.
Combatir al Casimuertismo.
(*) Nota del Editor: imagen de meow54678 encontrada en drawception.com. Si el autor nos lee, queremos pedirle permiso para usarla oficialmente. ¡Gracias!
La reseña cumple aquella vieja y añeja premisa del cine. que "dice que segundas partes nunca son buenas" , pero en este caso realmente el material tampoco ayuda para el cometido,, estas pringao compadre. Esperar inteligencia artificial competente en un juego exclusivo de sony es como esperar que sega te saque un hit de ventas tipo (ps2,wii hasta switch). Pero se reconoce este gesto contra ese enemigo latente que es el casinuertismo , implacable y silente en este lugar.
Seguro que por lo menos es mejor que esto:
https://images.app.goo.gl/MB7MbqxGPiGUzAkM8
¿Esto es el Discord ese?
Si señor. Tome asiento por favor
Buena denuncia del Sigili. Que te consideren mongolo es la peor ofensa imaginable.
Entonces lo de que te pique una araña y te otorgue superpoderes arácnidos lo ves completamente normal y realista y esto no? Por dios, si esto pasa a diario en las oficinas. Te cruzas con gente en los pasillos que hacen que no te han visto solo POR NO SALUDAR.
Me pongo en la piel de esos guardias y si veo a un tío disfrazado de Spiderman arrastrándose por el suelo, me hago el loco total porque lo más fácil es que acabe pidiéndote unas moneditas por hacerte una foto con él. Esto nos ha pasado a todos en Sol alguna vez, ya sea con Spiderman, Pikachu, supermario o hellokitty.
Realismo puro y duro lo de este juego.