Me enamoro muy fácilmente

I Fall in Love Too Easily. O "Love Too Easily", que lo otro es muy largo.

Los segueros tenemos una noción muy marcada de una tendencia que tuvo lugar a principios de los 90, con el advenimiento de la Mega CD y por ende, del disco compacto como formato para distribuir videojuegos: los vídeos a todo movimiento (Full Motion Video).

Con este pomposo nombre se puso en marcha una moda que produjo una nada despreciable cantidad de títulos, de los que curiosamente ninguno ha aparecido nunca en la lista de los mejores juegos del siglo / año / mes / semana / día correspondiente.

Esta tendencia empezó a desaparecer cuando los polígonos empezar a hacer acto de presencia de manera masiva, pero como bien sabemos, todo lo que se va puede volver algún día… y así ha sido.

En el mundo de los ordenadores personales, alejado de los premios del año y de la prensa especializada internacional, algunos adoradores de cultos extraños llevan un tiempo intentando traer de vuelta ese tipo de juegos… y os diría que lo están consiguiendo con más éxito (y menos exposición) que antaño. Hay dos entidades destacadas en esto: desde el prisma occidental tenemos a Wales Interactive, una empresa que lleva desde 2017 haciendo juegos de este estilo, y ya han superado la decena de juegos que no importan a nadie, pero que siguen produciendo y vendiendo. Por la parte asiática hay una barbaridad de juegos de diferente origen, pero casi todos tienen algo en común: son para hombres (el protagonista del juego suele ser un varón) que quieren tener un harén de mujeres entre las que elegir.

El juego que nos ocupa, Me enamoro muy fácilmente (I Fall in Love Too Easily, o Love Too Easily en corto), sale de una campaña de micromecenazgo bastante pequeña (consiguieron 6300 euros y buscaban 5700) y no se si es el único en su especie, pero aporta unas cuantas novedades dentro del panorama de los títulos de vídeos a todo movimiento: es para mujeres (la protagonista es mujer), puede elegir entre varios hombres (más o menos), y además de tener que elegir entre opciones durante la partida puede participar en minijuegos, lo que provoca que a la postre tengamos diferentes finales.

La protagonista y los principales sospechosos.

La premisa del juego es bastante graciosa: nuestra protagonista, Yeonwoo, se ha pasado con el shoju una noche con los colegas, y cuando se despierta el móvil que está en su cuarto no es el suyo, tiene una mancha en la cara, y no se acuerda de nada. Así que le toca recordar que ha pasado en la noche anterior a base de interrogar a sus amigos y superar minijuegos.

En algunos momentos podemos jugar de verdad y todo.

Entre los minijuegos encontramos desde pequeñas habitaciones de escapada (N. del. E.: escape rooms, para los poco perspicaces) hasta momentos donde tenemos que demostrar que somos capaces de combinar piezas de ropa para salir lo mejor posible a la calle. La mayoría se pueden saltar si no tenemos ganas de hacerlos, pero eso provocará que nos falten cosas por hacer. En cualquier caso, el juego te lo permite.

Al final es un juego de investigación, y tenemos que crearnos evidencias para el juicio que realizamos a nuestro sospechoso. En esto puede recordar al juego de cierto abogado de Capcom, y lo cierto es que se acaba quedando un buen sabor de boca.

¡Incluso podemos encontrarnos con combates!

Una partida es corta (alrededor de una hora, tal vez dos) pero podemos pasarnos un buen rato sacando todos los finales. Además, el juego viene con unos buenos extras, como entrevistas a parte de la gente involucrada en el desarrollo del juego que se van desbloqueando conforme avancemos.

En resumen, me parece bastante bien lo que propone Me enamoro muy fácilmente. Es ligero, es fácil de jugar y tiene sorpresas. No va a ser el juego del año, pero sinceramente me gustaría que sus creadores siguieran insistiendo en estas ideas y que fuesen mejorando en sus próximos títulos.

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