Juegos que me gustaría que me gustaran #1: Los de rol

DE ROL.

Recientemente me había hecho con una flamante Mega Drive. Un amiguete me había dado la suya por dos motivos. Uno, que se tenía que sentar encima de los cartuchos para que funcionara (la llevé a reparar y cambiaron la placa base (!) por 7000 pesetas. Una triunfada) y dos, porque -él- había sucumbido al canto de sirena de Lo supersuper de Super Nintendo (*). Realmente no era fácil encontrar gente con Mega Drive. Vamos, que las revistas decían una cosa y luego en tu entorno toquisqui tenía la Nintendo, o la Master. Yo era el segundo, obviamente. Y para uno que encontré en la clase que la tenía, pues claro:

“¿A que juegas? ¿Qué juegos tienes?”

“De rol”

DE ROL. ¿Traysia? Madre mía. Me decía unos nombres que no había oído en mi vida. El tío era tan entusiástico que me dejó dos de los que había pillado recientemente en el mercadillo de Sant Antoni. El Super Hydlide y el Phantasy Star II (este me sonaba por la caja de la master).

Cuando puse el Hydlide se me cayeron los huevos al suelo. Vaya putamierda gráfica. Un tío ridículamente canijo caminando en una animación con menos frames que una Game & Watch. El Phantasy Star ya era otra cosa. Fluido, majete, futurista… eso sí, muy bonico caminar pero a la que de repente te aparecía un enemigo, venga menús, menús y mas menús, y yo sin saber qué coño hacer para cargarme al bicho que te plantaban delante de las narices. En resumen, una tarde de diversión a raudales. Podía haberlos empaquetado aquella misma tarde y “ya se los daré”. Pero el caso es que probaba y probaba. Durante toda esa primera semana. ¿Qué tenían esos juegos para que continuara dándoles oportunidades si no sacaba nada en claro? Cuando volvía a mi master y ponía el Golden Axe Warrior, que era lo mas parecido que tenía, aquello era gloria. Volver a aquellos otros, era un castigo breve e idiota, al que recurría una y otra vez.

A día de hoy, el único juego de rol en el que he conseguido avanzar es el Panzer Dragoon Saga. Ni uno más. Por turnos, tácticos. NADA. Me atraen cosa mala, y a cada generación le doy la oportunidad a un par de ellos, pensando que habré cambiado, pero no exagero si digo que en ninguno de ellos he llegado a pasar del primer combate. Esta claro que me atrae la estética, los tejados de paja, los caminitos marrones entre la hierba… quizá la pregunta que debería responderme alguien, es ¿cuál es la parte divertida de ostiarse por turnos cuando hay tantos juegos donde lo puedes hacer en tiempo real?

O más bien me debería preguntar yo mismo, por qué mierda, existiendo esa pregunta, sigo perdiendo el tiempo tragándome los rollos plomizos de las intros, tan solo para caminar un rato por el bosque y acabar quitando el juego.

(*) VHS glorioso donde todos los que nos pensábamos que la Super tenía unos gráficos brutales pero pixelaba, cambiamos de opinión; caballo de troya de la historia del videojuego en España y la génesis del playstationismo. Pero esto último, es (y será justificada) otra historia…

6 comentarios

  1. Los combates por turnos por mi guay, lo que usualmente me mata son los combates aleatorios y el grinding, el alcanzar el nivel necesario para cargarse a un dragón a base de tener que matar a un montón de lagartijas.

  2. Te doy la razon compañero. La eyaculacion precoz que mantengo en la vida ( no solo biologicamente hablando ) me impiden jugar cualquier cosa que requiera explicacion por mas de tres minutos. Algun amiguete me animo a jugar los xenoblades decia eran mas dinamicos y majetes...puff menuda sorpresa ver que la mierda perfumada sigue siendo mierda al fin

    • Te hemos enviado el cuestionario a la dirección que pones, es correcta?

  3. Eso es porque eres del Barça. Muy del Barça.

  4. Es correcta. Ya empece con el analisis sesudo y meditado de las respuestas.

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